4 de cada 10 estudiantes universitarios provienen de hogares de bajos ingresos

Especialistas señalan que el aumento de la pobreza en la Argentina ha incrementado la participación de estudiantes de bajos ingresos per cápita en las universidades.

Actualidad25 de octubre de 2024 Chequeado
UBA Universitarios

En el marco del conflicto con las universidades públicas, uno de los focos de debate fue si la universidad pública es o no una forma de movilidad social ascendente. El presidente Javier Milei (La Libertad Avanza), sostuvo que “la Universidad Pública Nacional hoy no le sirve a nadie más que a los hijos de los ricos y a los de la clase media alta”, frase que fue verificada por Chequeado en esta nota.

Pero, ¿qué datos hay sobre la situación económica de quienes estudian en la universidad? ¿Qué diferencia hay entre la población de las universidades públicas y privadas? Te lo contamos en esta nota. 

¿Qué dicen los datos?

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) divide al total de la sociedad argentina en estratos bajo, medio y alto según sus ingresos, y los clasifica en deciles. El decil es una medida estadística que consiste en dividir a la población en 10 partes iguales, ordenando de menor a mayor según el monto de sus ingresos. Así, el estrato bajo corresponde a los deciles 1 al 4, el estrato medio a los deciles 5 al 8 y el estrato alto corresponde a los deciles 9 y 10.

Cada trimestre, el INDEC publica la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que contiene información sobre los “principales indicadores de la distribución del ingreso de 31 aglomerados”. Los hogares que componen los deciles 1 al 4, que corresponden a lo que el INDEC llama “estrato bajo”, viven en hogares con ingresos promedio per cápita de $78.140.  

Chequeado realizó un análisis con datos de la EPH del primer trimestre de este año (últimos datos disponibles). A partir de esa información se observa que el 42,3% de los estudiantes universitarios provienen de los 4 deciles de ingresos per cápita más bajos, y de ellos, el 91% asiste a universidades públicas.

“El incremento de la pobreza, además de empeorar las condiciones de vida de la mayor parte de la población, hizo que también se incrementara la participación de estudiantes en esa condición en las universidades”, explicó a este medio Nany Montes, socióloga y especialista en estadísticas sociales y educativas. 

Si bien es cierto que el decil 10 tiene el porcentaje más alto de jóvenes en la universidad (60,5%), los deciles más bajos muestran porcentajes significativos. Por ejemplo, el 26,4% de los jóvenes del decil 3 van a la universidad, lo que representa casi la mitad de la proporción del decil más alto.

La metodología llevada a cabo por Chequeado consistió en analizar la población joven (18-25 años) dividida por deciles de ingresos. Se identificó a los universitarios como aquellos que respondieron a la EPH que están cursando una carrera universitaria o de posgrado. Luego, se calculó el porcentaje de universitarios sobre el total de jóvenes en cada decil, diferenciando entre quienes asisten a universidades públicas y privadas. 

Leopoldo Tornarolli, economista del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de la Universidad Nacional de La Plata, realizó un análisis en base a los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y corresponde al semestre que va de octubre de 2023 a marzo 2024, el último completo con microdatos. Su resultado fue que la tasa de pobreza es del 42,6% en los estudiantes de universidades públicas. 

“Es natural que cuando la tasa de pobreza general sea tan alta, tengas también muchos universitarios en situación de pobreza. Pero además la tendencia histórica es que cada vez tenés más chicos de menores ingresos que van a la universidad, es la lógica detrás de la expansión de distintos servicios: primero acceden los de mayores ingresos, luego con el paso del tiempo van ingresando gradualmente otros que cada vez son de menores ingresos. El aumento de la oferta de universidades seguramente contribuyó mucho a eso”, explicó Tornarolli a Chequeado. 

Evolución histórica del acceso a la educación superior

En el informe “La participación de los jóvenes de bajos ingresos en el sistema universitario argentina (1996-2023)” del Laboratorio de Políticas Educativas de la Universidad de Hurlingham, se realizó un análisis histórico sobre los datos de la EPH en relación a los ingresos de las familias de quienes estudian en las universidades del país. 

Entre sus conclusiones el informe indica: “El porcentaje de jóvenes pertenecientes a los hogares de menores ingresos que asiste a la universidad prácticamente se triplicó en el periodo analizado, creciendo de apenas el 8,3% en 1996 al 21,2% en 2023 para el quintil más pobre y del 12,9% al 34% para el segundo quintil”.

“La participación en el sistema universitario de los jóvenes pertenecientes al 40% de las familias de menores ingresos se duplicó en el periodo analizado, pasando de representar el 18% de los estudiantes universitarios en 1996 al 42% en 2023”, concluye.

En diálogo con Chequeado, Jorge Aliaga, secretario de Planeamiento y Evaluación Institucional de la Universidad Nacional de Hurlingham, explicó: “La enorme mayoría no es hijo de universitarios, y en 1 de cada 5 los padres a lo sumo terminaron la primaria. Se nota un incremento del porcentaje de la población que va a la universidad”. El especialista también publicó en X un análisis en base a los datos del Anuario SPU 2022 y del Censo del mismo año comparando con 2010 para ver la evolución.

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